Hace ya tiempo que encontré este poema (¿qué es un poema?) de Bukowski, pero por aquel entonces este blog no existía. Por suerte, lo he reencontrado, y aquí está. Me gusta mucho, pero, ejercitando nuestro sentido crítico, debemos decir que no todo sobre él es positivo. Ahora después lo comento. Disfruten.
Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.
A no ser que salga espontáneamente de tu corazón
y de tu mente y de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del ordenador
o clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.
Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.
Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.
Si te cansa sólo pensar en hacerlo,
no lo hagas.
Si estás intentando escribir
como cualquier otro, olvídalo.
Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.
Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa.
Si primero tienes que leerlo a tu esposa
ó a tu novia ó a tu novio
ó a tus padres ó a cualquiera,
no estás preparado.
No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.
Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.
No seas uno de ellos.
No lo hagas.
A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.
A no ser que el sol dentro de ti
esté quemando tus tripas, no lo hagas.
Cuando sea verdaderamente el momento,
y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y
seguirá sucediendo hasta que mueras
ó hasta que muera en ti.
No hay otro camino.
Y nunca lo hubo.
Bueno. Muy propio de Bukowski. Me gusta mucho porque, en el fondo, transmite una verdad muy importante: no tiene sentido escribir palabras sin más. No digo, claro está, que cada oración que uno escriba deba ser una explosión de todo lo que lleva dentro, por supuesto que no. Pero escribir sin un impulso, sin una necesidad, escribir para ganar dinero (exclusivamente) o para conseguir fama, en fin, no me parece una forma honesta de escribir. Sí, se puede hacer, y sí, hay quien lo hace y con éxito, pero no me gusta como camino a seguir.
Dicho esto, veo igual de aceptable escribir llevado por la nerviosa desesperación en un momento de crisis emocional que escribir tranquilamente una tarde tranquila, en una butaca, con una taza de té.
Espero haber expresado bien lo que pienso, porque me parece importante.
Critiquemos. Para empezar, lo que más me chirría es el final. ¿"Si has sido elegido"? ¿De verdad? Nadie necesita más teorías mesiánico-literarias, y desde luego ningún mesías literario. Parece que para Bukowski, o lo tenías o no lo tenías. Y no me parece una perspectiva acertada.
Estoy totalmente de acuerdo en que hay quien tiene más habilidad, más facilidad, más "gracia" para expresarse, pero también creo firmemente que eso es una suma de conocimientos adquiridos. Aun así, incluso admitiendo que pudiera haber cierto componente innato, inevitable, personal e inaprensible para los que no lo tuvieran. Bueno, aceptémoslo como hipótesis para seguir argumentando. Dudo que esa persona con "gracia" y facilidad pudiera hacerlo sin haber aprendido, sin haberse nutrido de palabras, sin haber recibido una educación de algún tipo, sin haber aprendido a amar las palabras. Puedes construir torres palaciegas en tu imaginación, pero hace falta algo más que eso para que alguien pueda vivir en ellas.
Y sí, creo que hay que para poder escribir hay que poner un esfuerzo que varía entre "trabajar un poco" y "dejarse la piel y el alma con cada letra". Pero el esfuerzo está ahí.
Así que me parece errado afirmar eso que afirma. Bien.
Mi segunda crítica afecta a lo que sería la primera estrofa, por llamarla de alguna manera. Bukowski dice "si tienes que sentarte durante horas, buscando las palabras, no lo hagas", "Si tienes que sentarte y reescribirlo una y otra vez, no lo hagas". Esto es una hipocresía, damas y caballeros, y me irrita. Bukowski me cae bien, no me malinterpreten, pero no me creo que él no corrigiera nunca, que nunca tachara, que nunca se pasara días buscando una palabra apropiada, la palabra exacta, "Le mot juste", como diría Flaubert. Personalmente, y aunque el estilo de Bukowski parece descuidado, me inclino a pensar que la mayoría de cosas suyas que he leído están bastante trabajadas. Qué quieren, a veces las palabras salen y a veces no, y eso no es ningún drama. Y a veces he de emplear una semana buscando mi mot juste y me hace feliz encontrarlo. Y aún diré más: si no corriges, si no aceptas la opinión de tus padres o tu pareja o tu editor, estás cayendo en la mencionada pretensión, en la autocomplacencia y en, quizá, un exceso de autoconfianza.
Afirmamos, por tanto, que se dice, eso que se dice, para enfatizar, pero que no debe ser tomado literalmente.
Aquí acaban mis matizaciones: espero hayan encontrado algo de valor en esta entrada. Buenas noches.